viernes, 7 de diciembre de 2018

Otra noche se va y el insomnio se sigue apoderando de mí. Mi cabeza es una selva de pensamientos, es interminable ésta jungla;sobre todo la de recuerdos. Mi mente está cansada de tanto procesar, bah, en realidad ella no, pero yo sí. 


¿No existirá, por acaso, un interruptor que nos permita desconectarnos para viajar al paraíso de los sueños? (!sí, ojalá existiera la Matriz!).  Además que hoy también trabajé; Mi cuerpo pide estar separada a mi mente por un momento, aunque sea un instante.  Puse música instrumental de todo tiempo para intentar distender por un instante mi mente, intenté con todas las poses posibles para encontrar comodidad en la cama y tampoco me ha funcionado. Me pregunto qué de todo lo que pienso me tiene así, o cuál es el mal que causa esto en mí. En media hora mi tío se levanta para ir a trabajar y me va a pregunta nuevamente que hago desvelada, ya no sé qué responderle. Hoy no quiero ver de vuelta el amanecer, quiero poder despertarme junto a él. No quiero dormir, cuando todo el Universo se despierta. No quiero desvelarme mientras todos están en otro Mundo. 


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