lunes, 25 de abril de 2016

"Hay tantas partes tan lindas, sin tu traición. 
Y el mundo sigue girando, aún, sin tu amor"


Hace una hora que no paro de pensar en esa frase y en mi mente la canción vuelve a sonar una y otra vez. Hace meses que no te hablo, bah... más de un año. Y la última vez que nos vimos yo estaba quebradísima por mi ruptura. Mirando al costado noté la cantidad de notas que escribí en el comienzo de este viaje, y noté que dejé de necesitar mis catarsis diarias y mis sentimientos se trasladaron de un mundo virtual a un mundo de carne y pasión. Nunca voy a poder explicarte por qué te abandoné tanto tiempo, creo que aún no tengo la respuesta pero no me parece coincidencia que siendo las cuatro de la mañana, pensando en esa frase me hiciera animarme a hablarte. Quiero que sepas el motivo por el cual hoy te hablo no es porque estoy mal y necesito desahogarme.
Te confieso que he tenido vergüenza en no poder hablarte y contarte algo en concreto o puntual. Las ideas abundaban en mi mente y no tenía nada claro, creo que la adolescencia me pegó muy fuerte nublando parcialmente mi mente. Llevamos varios años en este trance y creo que no estas tan dolido por mi ausencia; es más, creo que te agrada que vuelva cada tanto y que estas últimas veces sean más cosas positivas que negativas. O por lo menos, yo celebro eso.


No supe de qué hablarte. En realidad, no encontré nunca el cómo... Me pasaban cosas que me llevaban de un polo al otro en segundos, era tan cambiante, era tan adolescente y estaba descubriéndome. Para serte más sincera aún, sigo sin descubrirlo totalmente. Te leí hoy, varias horas y decidí contarte de vuelta de mí. No te extraño y no te necesito, pero me hace feliz que aún vivís y te recuerdo con todo el cariño que te puedas imaginar. Llevamos años en esto y sin embargo, te pido perdón por ausentarme.
Pero tenés que saber, que descubrí que existe un mundo afuera. Un mundo que nos espera y que quiere vernos al amanecer, que espera lo mejor y lo peor de vos. No sé si lo llegaste a conocer y si seguís en la misma página que yo abandoné hace un tiempo atrás.
Sigo escribiendo y borrando cosas al tiempo que escribo, y me sigue pasando lo que te conté; no puedo o no sé cómo comenzar a hablarte.
¿Te acordás cuándo me quedaba noches enteras escuchando Sigur Ros? Bueno, últimamente volví a escucharlo y es genial. Pasan los años y me parecen más profundos y su música me genera tranquilidad.
Saqué tu nombre de todos lados porque no quiero que nadie te encuentre, no quiero que nadie sepa de vos. Quédate tranquilo, nadie va a saber que seguimos comunicándonos por acá.

Está lloviendo... Te escribo desde Congreso, me mudé sola. Tengo mi monoambiente y adoro la soledad. Tengo un librero que te va a gustar cuando lo conozcas, tienen todos esos libros que leíamos cuando éramos más jovenes de lo que aún somos.  Ojalá puedas venir a ver lo hermoso que es esta casita. Estoy mirando la mesa y está lleno de apuntes y de libros (creó que dejé encima el Nuevo Código Civil y Comercial y la Constitución Nacional, y algunos libros más sobre leyes que dejé sobre la mesa). Recuerdo que, anhelaba comenzar la carrera !Adivina!, sí, ya estoy dentro. Estaba leyendo que una vez te publiqué por acá algo como... : "quiero saber qué voy a sentir el primer día que entre" y creo que fue como un sueño hecho realidad. El día que terminé el CBC, sentí que mi vida había iniciado y que todo lo malo y el sacrificio que había hecho no importaba, que era mi sueño y yo. Nada más. Llamé a mi madre, lloró de felicidad y yo fui la mujer más feliz del mundo ese día. Ya estoy acostumbrada a la facultad, y ya he cursado materias y me ha ido bastante bien.

Me está pasando de vuelta, no sé cómo continuar hablándote. Siento que ya no sos parte de mi mundo y yo del tuyo, tampoco. No te miento, te extrañé pero me cuesta más de lo que pensas seguir con todo esto.

Hace un tiempo atrás una frase que estaba siempre en mi cabeza era: "decir adiós, es crecer", bueno... Estoy a punto de despedirme de la militancia territorial. Vos sabés que es Descamisados para mí y en lo importante que se va tornando en el tiempo. Y sobre esa básica sobre Tarija con compañeros como Carlos marcaron un antes y un después en mi vida. Me pasaron muchísimas cosas ahí, y tenía que desprenderme y crecer. Estoy militando bastante en el frente universitario de la UBA y estoy encontrando compañeros y compañeras que me están haciendo muy feliz, hacen de mis días, días realmente felices. Hay compañeros que me respetan y toman en serio las cosas que digo ¿sabés lo lindo qué es? el otro día me estaban esperando a mí en la facultad para que les instrucciones de cuántas cañas íbamos a armar y llevar a la marcha por el boleto estudiantil. Y fue increíble, nunca pensé tener esa legitimidad en ciertas personas. Hace poco logré gestionar una actividad y todos me apoyaron, y cuando yo sentí que fracasé; ellos salieron diciéndome que estaba haciendo bien las cosas y que no afloje. Es hermoso sentirse escuchado y contenido, es lindo crecer y verse en ese baile. De las formas en las que miramos las cosas y como nuestros accionares van cambiando según las inquietudes propias. Eso me hace feliz.

Descubrí que me cuesta mantener relaciones por fuera de la organización, y es duro. Pero significa que realmente es mi lugar, que siguen pasando los años y sigo eligiéndola y sobreponiéndola frente a cualquier cosa. Nunca creí que me iba a enamorar tan fuerte de un espacio político, más allá de los ideales y de las convicciones, mi amor es con un sueño de Patria, con un sueño que miles de compañeros dejaron su vida, con las convicciones tatuadas en mi piel y mi amor más profundo a esta causa que es la del Pueblo. ¿Y sabés qué? El día que yo crezca llegando o no, a ser una figura política yo jamás dejaría a Descamisados. Yo quiero que el día que me toque o no, representar o tener algún tipo de cargo o injerencia sea en nombre de esta organización. No quiero hacer política en otro espacio. Pasan los años y veo el crecimiento y el nivel de discusión de mis compañeros y es increíble, me llena el pecho y no puedo no evitar sentirme orgullosa de cada uno de ellos, y admirarlos porque son personas geniales.

Me agarró sueño, en otro momento te volveré a escribir.
Ojalá que estés bien, te mando un abrazo.
IDC