viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Viste cuándo sentís que tenés muchas que contar y no sabés por dónde? ¿Y viste cuándo no sabés por donde empezar a acomodar tu cabeza? Bueno, así. A veces uno piensa tanto que no sabe por dónde comenzó todo y no sabe a donde uno terminara yendo a parar.
¿Viste cuándo tantas cosas están en tu mente y no podés estar tranquila con vos misma? Y ya ni meditar me sirve en estas ocasiones. ¿Viste cuándo no sabés por cuál rincón de tu cabeza empezaste a escarbar y no sabés a dónde estás? ¿No sentís que tu cabeza es como una cajita de pandora? Porque al principio sabés que viene pero después viene lo peor, perderse. ¿Qué es eso de perderse en la propia cabeza de uno? Y es una suma de estrés y quizás de mala sangre. Y es ahí cuando yo le dejo de preguntar al lector y que no me responda, sin que nadie me escuche diré en voz baja un: '¿Por qué?'. Para simplificar todo problema, o aquello, o esto; se resuelve con un por qué aquello o por qué esto.
'¿Cómo es eso de levantarse todas las mañanas y lavarse la cara con vergüenza? ¿Hiciste algo realmente malo? ¿Quién se robó eso de vos?'.
¿A veces no sentís que no tenés palabras de consuelo ni para vos mismo? ¿A veces no extrañas una vieja caricia de agua cristalina que mientras me doy vuelta sobre mi cama, la pierdo de nuevo? Sí... Sé que te pasa. ¿Y después qué te espera? No me interesa irme del tema o quizás sí, pero seré breve a mi escases de solidez.
Bueno, seré honesta conmigo sobre todo; estoy cansada. ¿Y cómo no estarlo? Ya casi pasó el año. Y esas sorpresas feas que te llenan de amargura y esas sorpresas que no esperas y que te hacen feliz. ¿Y quién no lloró en este año? ¿A cuántos les fue mal realmente en el colegio? ¿Se están preparando con las materias? Yo me preparé en marzo con matemática y leeré un par de novelas que quiero leer.

Suponete que estás en una isla solo/a y que a nadie le interese tu existencia, que nadie te chusmee tu vida y que nadie urge en tus bolsillos. ¿Te imaginás que sería de este mundo sin vos? Quizás muchas vidas estarían mejor, y quizás muchas personas se sentirían perdidas sin vos. E imaginate un paraíso de noche, con una cabaña solitaria abriendo tus ojos apenas recodando cada retrato de ese paisaje tan increíblemente majestuoso. Metete en el agua y disfruta de tu cuerpo, mira tu sonrisa y acostate mirando el cielo nocturno; aprovechá las luces naturales de la vida y observá tu espacio, todo aquello que te rodea. ¿Realmente que vos no existas cambiaría la vida de alguien? ¿Quién te afirma que le cambiaste realmente la vida? Imaginate esa soledad, tranquilidad y felicidad que te ofrece la isla. Y lo mejor, sos el único ser que la habita y queda lejos de cualquier lugar cercano. ¿Por qué querrías volver si nadie va a aprovechar tu presencia? Si solo sos fama barata de un rato. Pero no importa, dejemos a la gente de lado, dime, ¿Cómo te sentís en el paraíso? ¿Me dirás no eres tú, el Dios? A veces me hago estas preguntas, de hecho, muy escasas veces pero siempre me imagino ese paraíso nocturno de estrellas que se prometen locuras y de la Luna que se ofrece a ser mi sábana en la soledad pero saben, sin embargo, no estoy triste. Quizás "dolida" si podríamos llamarlo así. A veces me hace tan feliz ese vacío, pero hoy no es un día de esos.

Gracias por leer, mis cordiales saludos y afectos. Y cuando estén mal o tristes, mediten que es una cura muy linda. !Buen fin de semana!

1 comentario:

  1. Me gusto mucho tu entrada. Muy profunda. Y solo me pregunto algo: ¿Se habrán preguntado Jesús, Napoleon o el Ché alguna vez si su existencia valdría de algo a los 15 años? jaja yo supongo que sí. Menos mal que siguieron je.
    Te quiero mucho. Y para mi sos Iara Denise Centurión- con todas las letras.

    ResponderEliminar