martes, 5 de marzo de 2013

Comandante.



Me siento, eso sí, muy apenada por la noticia del comandante Hugo Chavez. Es tan injusto, se pasó sus últimos treinta años dedicándole su vida a la política sin importar nada… Inclusive su estrés lo ayudo a terminar su presencia en cuerpo sobre esta hermosa Tierra.  Es tan injusto, más allá de los pensamientos de cada uno sobre la política de él, fue un gran ejemplo histórico para muchos y me agrada por varias razones; primero, él ama como yo al Che Guevara y él defendió a toda Latinoamérica en varias ocasiones, sin contar el ALCA que fue el mejor regalo que le pudo dar a nuestros futuros; ¿te imaginás bases militares estadounidesen sobre nuestras plataformas marinas? ¡Dios! ¡Qué locura!.
Un político es mucho más que un simple abogado o corrupto como muchos dirían, un político es una persona que relaciona los contextos históricos, que puede recurrir a la información adecuada para solventar muchas situaciones, es una persona ejemplar, de digno ímpetu, totalmente desinteresada y aunque muchas personas malobradas se hagan llamar: “políticos” no significa que lo sean.

Me duele en el alma saber qué va a pasar en Venezuela, y si Estados Unidos va a lograr tomar ventaja de esta tragedia…

Sobre todo, me duele en el alma que los héores (por lo menos los míos) mueren jóvenes, con mucho para dar.


Hasta siempre comandante.
Bienvenido junto al Che, Allende y Néstor. 
 Qué en paz, al fin, descanses.



domingo, 3 de marzo de 2013

Desde otra pespertiva



Me di cuenta que este último tiempo que ha estado pasando, me cuesta horrores comenzar una entrada. Es como que quiero escribir todo, pero me da miedo explicar todo y que no pueda contenerme. No digo que yo esté mal, es como que tengo la panza y la mente llena de historias, cuentos, aventuras y sin fines de vaivenes de la vida cotidiana que tengo.
Lo que más me choca es darme cuenta y desilusionarme pero estoy intentando entender que se acaba el secundario para mí, y juro que esto me está costando horrores. Más allá de haberme cambiado de colegio, bah diría de “turno” porque la institución es la misma, en realidad me equivoco: mismo edificio, distinta institución. Hace casi seis años que mis días se basan en el normal uno, hace seis años que camino esos pastillos y esas escaleras que tanto odio, hace seis años conocí ahí; las personas que siguen estando en mi vida y capaz no siempre que uno lo necesita, pero personas maravillosas e increíble.
Ahí conocí a dos de mis novios, a mis mejores amigos, ahí aprendí a leer, aprendí a diferenciar la palabra “amigo” del “compañero de curso”, aprendí a no envidiarle a una chica nada, y a ser yo sobre cualquier cosa.

Me agarra muchísima melancolía, pero tuve los años más gloriosos de mi vida y me hubiera encantado ser más despierta para aprovecharlos un poco más. Las mañanas enteras que iba caminando en el otoño escuchando música y sonriendo porque sabía que yo tenía un lugar mío, mis amigas, mis amigos, el fútbol de todos los lunes y las diversas discusiones entre todos nosotros por cómo salieron los partidos, el insultar al que te cae mal, el saludar a los profesores y hacerlos perder hora hablándoles de política. Qué sé yo, tuve una secundaria a plena. Realmente, perdí la cuenta de las veces que lloré, de las veces que hice fiestas de cumpleaños, de las veces que amigas se quedaron a dormir en casa y en las veces que me saqué menos de cuatro.

Fui apagada.
Fui feliz.
Fui normal.
Fui Iara Denise, sobre todas las cosas.

Fui una persona tan feliz y que realmente temo que el resto de la vida no me brinde cosas tan hermosas como estas, o si la vida me va a quitar personas que logran hacer de mi vida lo mejor del Universo o si el futuro que se me aproxima me asfixie, realmente temo de perder mi sonrisa y volverme amargada y preocupada.


Lo que puedo decir con demasiado felicidad (más felicidad que tristeza) es lo hermoso que es estar enamorado, más allá de los buenos y malos partidos jugados. Aprendí el arte de amar, y aunque las cosas no siempre van a terminar como uno quiere, de todas formas no me arrepiento de nada. De haber conocido a esa persona, de dejar que me toque el corazón en lo más profundo, que hayan cosas que jamás viví con nadie y que me apena realmente desde el fondo, pero la vida te trae cosas más hermosas; la felicidad de que tu mamá esté por comenzar a trabajar, que pueda realizarse y que ella haya encontrado el amor de su vida. Loco, gracias. Nada más lindo que verla feliz, que ella encontró por suerte, a su buena edad, una persona que la ame, que la acepte, que la cuide, y que no la haya dejado de lado por su enfermedad. Que aunque fui dura con esa persona, entender que pese a que sea de River apreciar todo lo que hace tanto por ella, como por mí.

Me duele en el alma, separarme de mi tío. ¿Quién mejor que él para la vida? ¿Quién más grande que él? Mi fanatismo por mi tío creo que nunca se va a ir. Digo, es la persona adulta que más admiración le tengo en la vida. Estoy acostumbrada a saludarlo cuando me voy al colegio o al trabajo, y que ahora no me diga más: “chau Iara, suerte” va a ser raro, y voy a extrañarlo y no sé si voy a extrañar más la casa y sus lujos, o el amor seco de mi tío, pero que sobre todo es amor. No conozco persona en la vida, que haya hecho la cuarta parte que mi tío hizo por amor, y me arrepiento de no haberlo escuchado en muchas cosas, y que él esté en mi vida, y siga siendo mi Todo. Qué sé yo, me alegra el alma.

Estoy con mi corazón curándose, siempre (por lo menos) mi corazón se está cuidando, y alimentándose de cosas que verdaderamente valen la pena.

No me voy a cansar de decir que amo a la vida y los placeres más lindos que me ofrece.
Estoy cambiando y me doy cuenta que no se puede evitar crecer, y que el mundo sigue dando sucesivamente sin descansar sus infinitas vueltas, y que en una de esas, espero que realmente ponga a las persona correctas en mi camino para yo así, poder extasiarme de momentos ligues feliz.

Desde ahora, por suerte, sigo escuchando mi casa con muchos ruidos. A mis tíos, discutir, reír, dormir. A mí mamá reírse siempre, y casi ni retándome. Voy a extrañar estar con mi tío, pero capaz en una de esas no sienta vergüenza y le pediré que nos juntemos una vez a la semana para hablar, de él, de mí, de todo. De todo lo que planeamos para cuando yo sea adulta.

Dentro de poco, le voy a hablar desde un cuarto pequeño ubicado en Almagro, esperando que la Vida me siga sorprendiendo y que me siga dando a elegir, y que no me ponga entre la espada y la pared.

Quiero amar cada cosa que tenga presente en mi vida, mi futura profesión, mi futura casa, mi futura forma de vida, mi futura forma de ser. Pero sin embargo, sigo con el mismo miedo, el de no saber qué va a pasar de mí, después de éste diciembre.

Y si a alguien le gustaría escuchar música preciosa, poesía en en el viento… Les recomiendo a Sigur Ros, siempre que escucho sus canciones; puedo hacer un punto y aparte a todo lo que mi mente reacciona. Este bueno, salir del papel cotidiano y ser una nena de trece años emocionada por entrar al normal uno, por ser conocida y tener amigos o un novio.


Lo único que les puedo decir, desde lo más profundo de mi dolor emocional, es que amen y valoren a sus amigos, no saben cuándo ellos se pueden verdaderamente sentir de lado y cuánto les duele saber que una persona aparezca y de la nada, no quieras salir más y estar con esa persona.

Disfruten el amor, la concepción que tengan del amor. Amar pese todo, cueste a quién le cueste, duela a quién le duela, el amor es lo más increíble del mundo. Y es un don que muy pocas personas lo tienen, y si lo tienen y saben que tienen la persona correcta, hágamelo saber. Y purifiquen sus almas, sean tranquilos y capaces de poder solventar cualquier situación de sus vidas, que todo pasa; todo. Y que si a veces las cosas se dan una manera que capaz uno no espera y tampoco desea, que no hay mal, que por bien no venga.

Dentro de todo, hay una persona que aun es ajena a mi vida, que se encarga de hacer mis momentos con esa persona, sean lo más felices dentro de mi tristeza.

Buen comienzo de semana, abrazos enormes. Y amor, sobre todo; amor.