Me di cuenta que este último tiempo que ha estado pasando,
me cuesta horrores comenzar una entrada. Es como que quiero escribir todo, pero
me da miedo explicar todo y que no pueda contenerme. No digo que yo esté mal,
es como que tengo la panza y la mente llena de historias, cuentos, aventuras y
sin fines de vaivenes de la vida cotidiana que tengo.
Lo que más me choca es darme cuenta y desilusionarme pero
estoy intentando entender que se acaba el secundario para mí, y juro que esto
me está costando horrores. Más allá de haberme cambiado de colegio, bah diría
de “turno” porque la institución es la misma, en realidad me equivoco: mismo edificio,
distinta institución. Hace casi seis años que mis días se basan en el normal
uno, hace seis años que camino esos pastillos y esas escaleras que tanto odio,
hace seis años conocí ahí; las personas que siguen estando en mi vida y capaz
no siempre que uno lo necesita, pero personas maravillosas e increíble.
Ahí conocí a dos de mis novios, a mis mejores amigos, ahí
aprendí a leer, aprendí a diferenciar la palabra “amigo” del “compañero de
curso”, aprendí a no envidiarle a una chica nada, y a ser yo sobre cualquier
cosa.
Me agarra muchísima melancolía, pero tuve los años más
gloriosos de mi vida y me hubiera encantado ser más despierta para
aprovecharlos un poco más. Las mañanas enteras que iba caminando en el otoño
escuchando música y sonriendo porque sabía que yo tenía un lugar mío, mis amigas,
mis amigos, el fútbol de todos los lunes y las diversas discusiones entre todos
nosotros por cómo salieron los partidos, el insultar al que te cae mal, el
saludar a los profesores y hacerlos perder hora hablándoles de política. Qué sé
yo, tuve una secundaria a plena. Realmente, perdí la cuenta de las veces que
lloré, de las veces que hice fiestas de cumpleaños, de las veces que amigas se
quedaron a dormir en casa y en las veces que me saqué menos de cuatro.
Fui apagada.
Fui feliz.
Fui normal.
Fui Iara Denise, sobre todas las cosas.
Fui una persona tan feliz y que realmente temo que el resto
de la vida no me brinde cosas tan hermosas como estas, o si la vida me va a
quitar personas que logran hacer de mi vida lo mejor del Universo o si el
futuro que se me aproxima me asfixie, realmente temo de perder mi sonrisa y
volverme amargada y preocupada.
Lo que puedo decir con demasiado felicidad (más felicidad
que tristeza) es lo hermoso que es estar enamorado, más allá de los buenos y
malos partidos jugados. Aprendí el arte de amar, y aunque las cosas no siempre
van a terminar como uno quiere, de todas formas no me arrepiento de nada. De
haber conocido a esa persona, de dejar que me toque el corazón en lo más
profundo, que hayan cosas que jamás viví con nadie y que me apena realmente
desde el fondo, pero la vida te trae cosas más hermosas; la felicidad de que tu
mamá esté por comenzar a trabajar, que pueda realizarse y que ella haya
encontrado el amor de su vida. Loco, gracias. Nada más lindo que verla feliz,
que ella encontró por suerte, a su buena edad, una persona que la ame, que la
acepte, que la cuide, y que no la haya dejado de lado por su enfermedad. Que
aunque fui dura con esa persona, entender que pese a que sea de River apreciar
todo lo que hace tanto por ella, como por mí.
Me duele en el alma, separarme de mi tío. ¿Quién mejor que él
para la vida? ¿Quién más grande que él? Mi fanatismo por mi tío creo que nunca
se va a ir. Digo, es la persona adulta que más admiración le tengo en la vida. Estoy
acostumbrada a saludarlo cuando me voy al colegio o al trabajo, y que ahora no
me diga más: “chau Iara, suerte” va a ser raro, y voy a extrañarlo y no sé si
voy a extrañar más la casa y sus lujos, o el amor seco de mi tío, pero que
sobre todo es amor. No conozco persona en la vida, que haya hecho la cuarta
parte que mi tío hizo por amor, y me arrepiento de no haberlo escuchado en
muchas cosas, y que él esté en mi vida, y siga siendo mi Todo. Qué sé yo, me
alegra el alma.
Estoy con mi corazón curándose, siempre (por lo menos) mi
corazón se está cuidando, y alimentándose de cosas que verdaderamente valen la
pena.
No me voy a cansar de decir que amo a la vida y los placeres
más lindos que me ofrece.
Estoy cambiando y me doy cuenta que no se puede evitar
crecer, y que el mundo sigue dando sucesivamente sin descansar sus infinitas
vueltas, y que en una de esas, espero que realmente ponga a las persona
correctas en mi camino para yo así, poder extasiarme de momentos ligues feliz.
Desde ahora, por suerte, sigo escuchando mi casa con muchos
ruidos. A mis tíos, discutir, reír, dormir. A mí mamá reírse siempre, y casi ni
retándome. Voy a extrañar estar con mi tío, pero capaz en una de esas no sienta
vergüenza y le pediré que nos juntemos una vez a la semana para hablar, de él,
de mí, de todo. De todo lo que planeamos para cuando yo sea adulta.
Dentro de poco, le voy a hablar desde un cuarto pequeño
ubicado en Almagro, esperando que la
Vida me siga sorprendiendo y que me siga dando a elegir, y
que no me ponga entre la espada y la pared.
Quiero amar cada cosa que tenga presente en mi vida, mi
futura profesión, mi futura casa, mi futura forma de vida, mi futura forma de
ser. Pero sin embargo, sigo con el mismo miedo, el de no saber qué va a pasar
de mí, después de éste diciembre.
Y si a alguien le gustaría escuchar música preciosa, poesía
en en el viento… Les recomiendo a Sigur Ros, siempre que escucho sus canciones;
puedo hacer un punto y aparte a todo lo que mi mente reacciona. Este bueno,
salir del papel cotidiano y ser una nena de trece años emocionada por entrar al
normal uno, por ser conocida y tener amigos o un novio.
Lo único que les puedo decir, desde lo más profundo de mi
dolor emocional, es que amen y valoren a sus amigos, no saben cuándo ellos se
pueden verdaderamente sentir de lado y cuánto les duele saber que una persona
aparezca y de la nada, no quieras salir más y estar con esa persona.
Disfruten el amor, la concepción que tengan del amor. Amar
pese todo, cueste a quién le cueste, duela a quién le duela, el amor es lo más
increíble del mundo. Y es un don que muy pocas personas lo tienen, y si lo
tienen y saben que tienen la persona correcta, hágamelo saber. Y purifiquen sus
almas, sean tranquilos y capaces de poder solventar cualquier situación de sus
vidas, que todo pasa; todo. Y que si a veces las cosas se dan una manera que
capaz uno no espera y tampoco desea, que no hay mal, que por bien no venga.
Dentro de todo, hay una persona que aun es ajena a mi vida,
que se encarga de hacer mis momentos con esa persona, sean lo más felices dentro
de mi tristeza.
Buen comienzo de semana, abrazos enormes. Y amor, sobre
todo; amor.
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