Hoy saliendo del hospital con mi mamá, vi un libro que me llamó la atención y le dije a mi mamá que se detenga, que quería leer algo. Bueno, me fije un libro del Che. Después cuando salimos de nuevo del hospital (porque tenía turno más tarde y tenía que irme a casa y volver) me dijo mi madre que podíamos entrar, entonces, pregunté por su precio y un señor mayor de edad me dijo setenta pesos. No soy una aficionada a la lectura pero me gusta demasiado leer cosas así de revolución, política y de izquierda. Al salir de ahí mi mamá me dijo; “pronto te lo voy a regalar”. Qué dulce. Pero, no, deja, tengo más libros y más lindos para leer.
Hablando del hospital, estoy con angina así que a quedarme en cama escuchando música y leyendo.
Y quiero recordar el 17 de agosto de 1850, en Francia. Para ser más exacta, en Boulogne- Sur – Mer, en aquel lugar que hoy es un museo a su honor. Descanse en paz San Martín.
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