domingo, 27 de junio de 2010

Tenías razón, no tenías que decirme nada, absolutamente nada. Tu silencio me valía más que vivir pensando en vos. Lo sabés, lo sabías. Sabías que pasaría conmigo si decías aquellas palabras, y sí, no lo soportaste, me lo dijiste, ahora ¿pensas que estuvo bien o que te adelantaste? Saltaste sólo, me lo admitiste. Sos un imbécil, sos un tonto pero sin embargo, te quiero demasiado, te quiero como a pocos quiero. Te comprendo, pero no lo acepto. Hacemos bien en esto, es nuestro juego y somos libres hasta de hacer trampa, somos libres, exacto, libres. Me miras, me abrazas y te acercas demasiado a mí, siento tu calor cerca de mí y no me interesa, me interesas aun y siempre me interesarás, siempre serás vos, vos, mi amigo. Me abrazas, conversamos silencio, venís disimulas que nunca nada pasó, intentas no decirme nada de nuevo ¿qué te pasa? ¿Te comieron la lengua los ratones? Hombre, estamos grandes para éste tipo de rodeos, y vos lo sabés más que nadie. Te quiero, te necesito a veces pero siempre logras estar ahí, te equivocaste, pero sos fiel a mí, sos oro. No lo entiendo, no te entiendo. No lo aceptas, no te acepto, no te comprendo. No lo asumís, si vos no asumís esto, a mi no me queda nada que hacer. Hacemos bien, repito, es lo mejor que podríamos a ser por vos y por mí. No me mires así, no lo hagas, no me abraces de esa forma, no me mires, no me mires. No me hables, aguanta que reaccione, no me hables más, cállate. Entendedme, no me hables. Tenés razón, no tenías que decirme nada, ¿por qué abriste la boca? Cállate, y por favor, no me vuelvas a abrazar. De nuevo estás ahí, escuchándome, soportando mis manías de nena tonta, estás listo, estás con los brazos abiertos, estás ahí, siempre ahí conmigo. Porque no lo vi venir, no estoy sola, no estoy loca, no estoy sola. Estás conmigo, y yo con vos. Hombre, no me rodees en tu mar de sueños, no me encierres en tu corazón, no me dejes sin aliento, no me dejes así, éramos amigo, dijiste que no, no, no, no me abraces, no, no, no, no, no me mires, no, no, no, cállate.

Tenías razón, “mejor verte con otra persona que hacerte mal y perderte” eso me dijiste, no es justo, no te arriesgas, tenés miedo. Me haces un favor, estoy bien así, pero me da bronca, me llenas de valor y le temes a equivocarte, sos un imbécil, pero siempre sos vos, siempre en mí, sos vos. No te entiendo, no lo acepto, te quiero, te quiero demasiado, te extraño y lo peor, no te quiero ver. Tengo miedo, no te haría mal, sos mi amigo, te quiero. Te quiero, sólo, cállate. No me mires más, ¿por qué abriste tu boca? ¿Por qué me contaste eso? ¿Por qué no pudo ser antes o después? Porque no seguías con tu calma, te hubieras callado, es tu culpa que aun este pensando en vos y no pueda despejar mis ojos de tus fotos, no tendrías que haber dicho nada. No soy ninguna tonta a la cual podés decirle éste tipo de cosas y te creería, me das asco. No me mires, no me hables, date la vuelta y ándate. Pensé que eras un amigo, tan solo, sos otro garca. Te amé demasiado amigo, chau.

Al final, no eras el amigo que te pintabas ser. Gracias por remarcarme una vez más, que fui ingenua. Gracias por una vez más, darme motivos para no confiar en gente hipócrita como vos.

Gracias por una vez más, hacer el ridículo frente a alguien.

Gracias, eras un amigo de oro eh.

Gracias, me hubieras hecho mierda antes, justo, ahora, estoy con alguien

Justo ahora, soy feliz.

Te salió mal,

Te quise, eras mi amigo.

Eras mi amigo, eras mi amigo, eras mi amigo, eras mi amigo, eras mi amigo

Eras mi amigo, ¿Por qué? Te salió mal la broma, y arruinaste una amistad tan hermosa

Como la tuya y la mía.

Menos mal que,

Eras mi amigo.

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