Marcos ayer se presentó en un sueño, sus miradas envolvieron a mi cuerpo en cenizas en el agua.
¿No estás cansada de fingir ser adulta?
Sí Marcos, no te das una idea... Quiero abrazarte y decirte todo lo que me pasa y los nervios que habitan en mi cintura y las lágrimas que oculta mis ojos voraces, las palabras tristes que mis orejas escuchan en un odio increíble y mi nostalgia es mi mejor amiga.
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