miércoles, 27 de junio de 2012
Enriqueta
Dame un abrazo más, dame una sonrisa. Dame un abrazo que se sienta en todo el mundo, que lo pueda sentir de la misma manera que los anteriores. Dame un abrazo que no sepa a despedidas y a olvidos. Dame un abrazo que haga estallar a mi corazón de felicidad. Dame un abrazo que me haga llorar de emoción. Dame un abrazo de esos que se guardan en el baúl de las mejores cosas de la niñez. Dame un abrazo que me sepa a amor. Dame un abrazo, nada más. Uno sólo.
lunes, 25 de junio de 2012
El circo del amor
He entrado una vez más a un circo... El circo al cual todos llaman amor; en cada acto se dilucidan mis penas, envolviendo mis condenas en danzas de dolor. !Me enamoré de un payaso! Ese que se burla de mi corazón, hace malabares con mis sentimientos y expone mis lágrimas a un público sin razón. !Me enamoré de ese! El que se pinta la cara de colores y sueña con espectáculos y fama, y gusta dar lástima para que le tiren flores. !Me encapriché con un payaso! Ese ser tan traicionero que se esconde tras su traje de ridiculez y finge ser siempre sincero... !Y ya no quiero amarlo! Pues es tan solo un payaso difícil de tener que me ha dejado mal herida, se dedicó a jugar con mi querer.
En cada acto me dedicaba una pirueta y en sus risas secas murió mi amor por él. Finalmente ha culminado el circo. Se ha quedado solo, pues no habré de volver.
sábado, 23 de junio de 2012
Acá estoy, a las cinco y media de la mañana de un sábado a la madrugada en un lugar muy pequeño de Buenos Aires intentando escribir lo que me pasa en nombre de personajes que no existen, y no hago otra cosa que escribir y borrar.
Seré sincera: Me siento libre de presiones, me siento tan feliz. Creo que tanto quilombo armé en mi mente para escribir estas escasas palabras que describen mi estado actual.
Cierro los ojos y me siento relajada. ¡Tengo que cerrar más aún los ojos!
jueves, 21 de junio de 2012
lunes, 18 de junio de 2012
El payador
El cielo se está tornando gris y oscuro, y él no aparece. Le pedí un poco de tiempo al viento y al frío, pero las aguas seguían turbias y el viento cada vez era más pesado que la tristeza.
El cielo está gris. Él no aparece. La espera me dolía, la calma me faltaba y me moría. Sentí que pasaban horas e inclusive años en ese bar con olores extraños y a alcohol barato que los hombres bebían con placer, no podía esperar más. Necesitaba que él cruzara en ese preciso momento la puerta, pero él nunca apareció. Ni antes del sueño, y ni después. Me pregunté por qué el cielo estaba gris pero aún más, me pregunté por qué me había citado a ese lugar si no se iba a presentar. Él no apareció.
Quise despertarme, el payador entró por la puerta y me dijo: “te hice esperar, disculpame”. Pidió una taza de café que bebió con placer, le dije que lo amaba y se paro para irse. Se inclinó hasta mi oreja y me susurró: “Estás muerta, no te vas a despertar” y se fue.
domingo, 17 de junio de 2012
Confensión
No puedo dejar de sonreír y agradecer a todos los que me están robando una sonrisa en este preciso momento de mi vida.
domingo, 3 de junio de 2012
De lo único que me arrepiento
Es de haber besado esos labios húmedos de los cuales, ya no me puedo separar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)