sábado, 23 de junio de 2012

Acá estoy, a las cinco y media de la mañana de un sábado a la madrugada en un lugar muy pequeño de Buenos Aires intentando escribir lo que me pasa en nombre de personajes que no existen, y no hago otra cosa que escribir y borrar. Seré sincera: Me siento libre de presiones, me siento tan feliz. Creo que tanto quilombo armé en mi mente para escribir estas escasas palabras que describen mi estado actual. Cierro los ojos y me siento relajada. ¡Tengo que cerrar más aún los ojos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario