Aquel hombre que me conoce como a la historia del equipo de fútbol llamado Boca, aquel señor que me conoce desde que use pañales hasta que deje de mojar la cama. Ese señor que con el cual comparto muchas ideas y me apoya en todo. Él es maravilloso y muy buena persona jamás me dejo y sé que no lo hará nunca. Por su edad y por tomar tanta cerveza aparenta más de su edad, pero es hermoso igual y lo admiro demasiado y sé que no habrá ningún motivo que demuestre lo contrario. No sólo es una persona me ayudo a comprender cosas que antes no entendía. Es amante del fútbol y del amor de su vida, mi tía.
Él que me vio llorar cuando me rompían el corazón y con una charla breve me sacaba una sonrisa cuando más lo necesitaba. Cuando temía a contar lo que me solía pasar yo sabía que lo podía llamar y él escuchar y dar esos consejos que me ayudaban. Él jamás se olvido de mí, sólo es olvidadizo como cualquier hombre. Él que suele decirme que soy hermosa y madura, estoy segura que lo dice por molestia pero en esos momentos no puedo evitar no reírme y decirle que me hace bien. Él que me dice que me llevará a ver a Metallica o a un partido de futbol que aun espero desde ésta última navidad que paso. Con él, suelo quedarme hablando de música y del mundo y su política, él más que un amigo, es mi tío.
¡Te deseo el mejor cumpleaños!, tu sobrina te ama.
“Cada vez estás más viejo y gordo, pero en mi vida y en mi corazón serás igual e incondicional.”
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