Tu sonrisa iluminaba mis días, tus ojos brillaban cuando se reflejan al sol y eras tan simple. Aquellos días no me costaba tus sonrisas pero hoy parecés otra persona y me cuesta entender que ya no me necesitas como ayer lo era pero yo sigo enamorada de tu cara angelical y de tu ternura, de tu piel, de tus manos, de tu cuerpo y anhelo tenerte como alguna vez, te tuve.
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