Esta vez fui yo la que obligo al tiempo cerrar la puerta que daba al sombrío campo del fondo de la casa, fui yo la que insistió en una noche de verano sentarse en el suelo a pensar, pensarte más de lo que hago siempre. Decidí soñar un rato y en el cual me di cuenta que…
Me di cuenta de que, no lo sé. ¿Qué sé? Me perdí, lo siento, me perdí corazón de acero. Con tus frases en el oído haciéndome susurro, y decidí ser esta vez ser tu amiga. A la cual una vez le dijiste que sería la primera persona a la cual ocurrirías si te pasa algo, ser esa persona que nunca antes estuvo con vos, ¿crees que fue en vano? Perdemos cosas y personas a través del tiempo, nos damos cuenta de que las cosas no son como las creemos y que las personas sacan lo más hermoso y lo más feo de nosotros mismo. Cariño, no todos somos de corazón de acero como vos. No todos tenemos ese control de nuestro ser y de hacer de cuenta que estamos bien cuando por dentro perdes a alguien valioso. Sigo pensando que…
De nuevo, no sé nada. Las veces que te escuché estar triste y que con un tono falso me digas que estabas bien, quién mejor que juzgarte a vos que yo. De pronto, hay una brisa en el suelo y los perros ladran e interrumpen mi tranquilidad. Todos en algún momento sentimos de explotar, de sentir necesidades de hacer daño o, no lo sé. No sé nada. Protesto sobre mis ganas de querer llorar, y descubro que mientras más pasa el tiempo, es más tiempo perdido que cobijan las penas de alguien en una hermosa noche de diciembre en la cual soy parte de mis temores. Y estoy más cerca de explotar que de calmar, estoy más cerca de llorar que de sonreír. Tus ojos en mi mente, tus sonrisas y los momentos en los cuales nos gustaría llevar por siempre en el corazón y este tierno adiós mutuo que da lugar a más sentimientos tristes y a más nostalgia que a veces, nos mata.
Sentí a veces mucha decepción, y dije que jamás volvería a ser parte de esas personas pero siento un imán, un cariño que no se va, no se borra y no se gasta. Todos nos equivocamos, yo también. Vos también, y mucho. ¿Qué gano diciendo lo peor de mí, de vos, de él, de ella, de cualquier persona que habita en este mundo? Lastime a personas, como otras me lo han hecho a mí y lo mismo le hará pasado a muchas personas, pero nunca desee o intenté hacerle mal a nadie. Hay personas que le gusta hacerse querer y luego hacer sentir que ese amor no lo vale y hacer creer que nadie lo vale, y estoy lejos de ser una persona así. Disculpen si soy muy honesta y lastimo, pero no siempre tengo repuestas a las cosas que se me presentan en la vida y muchas de ellas no las puedo manejar bien, no por eso soy mala persona, o quizás sí. Por no poder evitar algunas cosas o no decirlas de la mejor forma, me harta pensar siempre qué sería si yo hiciera A o qué pasa si hago B. no tengo un plan malévolo para herir o hacerme querer, doy lo mejor cada vez que pueda y a veces, las cosas no me salen como quiero y mi última intención es lastimar a las personas que quiero con todo el corazón. Queda en el criterio de cada lector esto que digo, algunos quizás lo vean entendible, otros quizás, neutros. Y otros, sabrán que son una disculpa por el daño que pude e hice en ellos y otros, se van a reír.
Listo, una forma directa de hacerles llegar a todos mis sentimientos y, me despido a estudiar biología para irme a los 15 de Cami.