La oscuridad de la noche no me deja verte bien, empiezas a caminar sobre la calle vacía y tengo la opción de seguirte y quedarme ahí. Tus ojos están clavados en mí y pretendo caminar sobre tus manos esperando conocer todo tú pensar en dos segundos. Esperando a que deje de llover y que tenga un poco de luz para mirarte y sin pestañear. Tu piel mojada y tu cuerpo caliente se acercan sin dejarme dudar en que eras vos, que esa noche quiso eso, que solamente fuéramos vos y yo, en todo este tiempo. Buscando tanto, te encontré en la lluvia y de noche, cuando pensé que el sol se escondía por un largo tiempo.
Tus sonrisas valen más que mil años de lluvias.
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