domingo, 6 de enero de 2013

Un poema triste


Esto exactamente no es un poema, es que terminé con mi novio. Y es algo que no me atrae de sorpresa, es algo que lo sabés hace tiempo, que lo ves venir, que te lo imaginas, que lo sentís. Cuando sentís que estás metida en un juego en que vas a perder, porque sabes que el otro no está enamorado y vos sí.

Cuando ves que esa persona mira a todos menos a vos, pero que no se da cuenta que realmente estás mirando y estás ahí. Me estoy dando cuenta que soy demasiado emocional y que definitivamente él no es para mí. No es que le eche la culpa al amor, jamás hablaría mal en nombre del amor. Pero el amor te humilla, te hace hacer cosas que jamás pensas que harías por alguien, te hace soñar y te hace buscar en donde no hay. Pero vos seguís, porque pensas que algo va a cambiar, que algo va a mejorar, que de pronto esa persona se va a enamorar de vos.
Y esa persona, te pregunta qué se siente estar enamorado. Y esa persona proyecta todo lo que vos queres con él, con su mejor amiga. Ella siempre frente a todos y sobre todo, frente a mí. ¿Está mal? Y no lo sé, es la persona con la que comparte todos sus días del año desde primer año del secundario, la persona que lo vio en todos sus sentidos. Pero no soy la novia de hace un día, soy su novia de once meses.

No puedo acercarme a su casa, porque su mamá me odia. Sé que no es fácil encarar a tu mamá, pero ¿después de 11 meses nada?, es horrible que ella entre a su casa y yo apenas cruzo sin mirar a la casa. O que le cuente algo y me salte: “pero ella esta, o ella lo otro”.  Que cuando yo le cuento de mis amigos no sabe ni cómo se llaman, que cuando vos le digas que estas mal sale igual y no es capaz de mandarte un mensaje o en navidad hacerte un mínimo regalo, que no te responda los mensajes.

Él no es para mí, me siento humillada buscando siempre, buscando un poco de él y de su atención y disculpen si soy pesimista, pero verdaderamente me siento mal.  

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