Y hoy no tengo ganas de nada, me imagino una fría y lluviosa despedida. No tengo ganas de apagar la televisión que esta encendida por nada, no tengo ganas de mirar al balcón para darme cuenta que el aire afuera es abrumador y que no hace frío y que no llueve, pero en cierto forma el clima también se hace notar. Tengo toda la mesa sucia, tengo un bolso enorme acá al lado mío, no tengo ganas de irme a dormir pero tampoco de seguir con los ojos abiertos. Quiero leer ese libro, para enterarme que yo no soy la única que piensa las mismas cosas que otra persona que no daré nombre. Quiero estar en el agua, disfrutando el calor pero conservado mi color del cuerpo natural, no me gusta quemarme soy morocha y mi tono me encanta. Quiero cortarme de nuevo el pelo, pero más corto que la vez anterior y teñirlo de azul o rojo, entero. Quiero seguir escuchando Aquelarre hasta ser una vieja que este al borde de dar su último suspiro y conseguir una remera de ellos, pero siento que puedo buscar toda una vida y no hallarla por el simple hecho de que estuvieron cinco años tocando y gran parte, fue por su gira en España. Tengo un serio temor, hoy mi tío me dijo: “ten miedo a lo que sos vos, a nada y ni a nadie. Solamente a vos, de lo que sos capaz, de lo que podes y de lo que sabes que no respondes”, siempre me deja sin palabras. Siento que esta noche solamente extraño tu presencia, de tenerte en mi cama mirándote a los ojos y verte reír, y aunque hoy tenga tus caricias, mañana no las tendré y tampoco hasta el mes que viene. Escuchar los Guns en especial Patience mientras escribo esto, me calma un montón. Estoy diciendo un montón de cosas casi, casi sin sentidos pero lo tienen, estoy cuerda aún y mi mente procesa emociones y sentimientos que a veces necesitan escapar, es feo sentir que sos feliz pero a la vez triste, porque no podes afrotar cosas como que tu papá es un patán y no sirve para nada, de sentir esas ganas de desearle el mal a muchas personas y ese veneno que va sobre mi cuerpo y quiero seguir en pie con la cabeza en alto y no caer en mis locuras de odio, pero siento que a veces las personas se ponen al frente mío, están atadas y me gritan: “dale, hácelo” ¿cómo querer ser mejor? Quiero dejar de pensar en esas cosas y madurar eso de una vez, pero de nuevo buscan dañar mi poca estabilidad mental. Me jode tener que creer que estoy sola, en verdad no sola, pero mi mamá vive tan ocupada en su mundo tan trágico y lleno de lujurias de arriba que se olvida que su hija la necesita, sea desde contarle cosas de mi novio o cosas que verdaderamente me preocupan o ponen mal, me molesta tener que guardarlo, en verdad quiero contarle todo, hasta como me siento cuando fracaso pero ella nunca puede estar conmigo, si no es el novio, es el estudio y yo no existo. Quiero dejar de pensar en estas molestias e intentar hacer mi vida, pero siento que a la vez tengo catorce años y no puedo fingir que mi vieja no está y tiene que brillar todo. La mayoría tienen estimulos de sus padres, mi novio es el único que me estimula que esta ahí cuando fracaso y triunfo, ella solamente me aplaude y me felicita, odio que me traten como adulta cuando tan solo tengo catorce años. Son idioteces, que lastiman a mi corazón y quiero ser buena, y no molestar en sus vidas llenas de cosas y obligaciones e intento arreglarmela sola pero siento que ya no puedo remarla sola, que necesito descansar y disfrutar más mi juventud sin tener que fingir tener más de dieciochos, que un día me diga: “¿qué te pasa hija?” jamás voy a tener eso, o quizás sí de vez en cuando, estoy harta en serio que me hace muy mal que sean así, que no se den cuenta que los necesito. Después de eso, siento que todo en mi vida está bien, esto es solamente un desorden que en secreto revela mis gritos de atención, de querer darme una mano para mí, de un: “baja un cambio, tenés catorce años piba”. Después de todo, creo que se puede resbuscar amor y compresión en otras personas, como lo hago con mis amigos, con mi novio. Expresarme por acá que me sirve, que me ayuda a auto-analizarme, de lo que digo, de lo que pienso, de cómo me siento. Porque ahora siento que tengo mi corazón con un arañón y que de a poco está mejorando, y que dentro de un tiempo responderá por sí mismo y no necesitaré ni a un papá, y ni a una mamá.
No sé cuando regreso, pero espero ver la pobreza verdadera de la vida y no la falta de cariño, que es mil veces más jodido que de lo que pasa por mi mente, que esas son cuestiones de vida o muerte, yo tengo un hogar hay personas que trabajan por comida y yo puedo estudiar, soy una mal agradecida, entiendan, son problemas diferentes. Espero poder conocer el país, el mundo ese, su gente, sus aromas, sus raíces, su cultura tan magnifica, sus comidas, sus bailes, sus creencias. Va a ser algo hermoso, una experiencia única que espero poder disfrutar al máximo. Me retiro a mi cama, hoy es mi último día.
Ahora sí, no creo subir nada más por hoy
Hasta pronto, afectos.
Iara Denise Centurión.
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