La noche está llena de sombras y en la otra mitad de la cama veo un hueco vacío, deduje que él no estaba al lado mío esa noche y bajé a comprobar mi hipótesis. Estaba él sentado encima de sus amores, de sus grandes escrituras que lo deslumbraron tantas veces y lo lleno de vacío en otras noches, tantos papeles y tanta lectura que enceguece su cabeza y su visión de mantenerse firme. Lo vi dedicado a eso, su único amor. Se paró, me miró y camino sigilosamente hacía una hoja de su escritorio y de nuevo, la noche iba a transcurrir y la cama iba a conservar ese hueco vacío. Entendía su pasión, nunca lo molestaba cuando él me lo pedía pero las noches llenas de miedo y de pensamientos incómodos, ganaba en todos las batallas. Entendía..., No, no entendía. Estaba tan preocupada por seguir vacilando las noches sola en la soledad que me abruma y me ahuyenta como si hiciera algo mal, no comprendía su forma de mirarme y de hablarme hasta que bajé esa misma noche a encarar mis miedos.
'hay noches que las aves me gritan como si fuera que yo les prohibo su libertad, cuando son ellas la que temen irse a conocer vientos nuevos'.
'sí, yo mismo lo escribí'.
'Quiero que veas a tu al rededor, pilas de libros escritos por vos y tazas de café acumuladas. ¿cuándo fue la última vez que pensaste en otra cosa que no sea escribir?'.
'Vos no entendés, yo vivo de esto. Es lo que siempre amé'.
'Justamente, fue lo único que amaste en la vida. Te quiero'.
me acerqué levemente y le besé la frente, lo abracé. Agarré un par de pertenencias propias y me fui de la casa sin mirar a sus ojos, sin pensarlo dos veces y sin rencor alguno. Estaba metida en su propia cabeza pero sin embargo, estuve segura que nunca olvidaría mi mirada de despedida bajo ese cielo estrellado que me aventaban.
Años después, descubrí que yo era la ave. Hoy no lo veo más, me asomó por su casa entre silencios y ruego por verlo sin que me vea. Mi vida sigue, me volví a casar y soy profesora. Pero de vez en cuando, cuando menos lo imagino él se mete vorazmente en mi cabeza intentando atemorizarme pero ésta ave, no tiene más miedo a su libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario