Me toca mirarte sin poder tocarte, me toca quererte en secreto permanentemente. Es normal verte todos los días, es normal que mires a todos lados y me ves ahí observándote pensarás que es una obsesión de nena inmadura, quizás no pensas en nada porque aun no te diste cuenta pero no es la primera vez que te observo en disimulo. Es normal que pases por al lado mío y no me registres, es normal que cruces de ves en cuando algunas miradas frías conmigo sin darte cuenta y es normal, que no sepas de mis sentimientos.
Apenas después de un año de conocerte y de mirarte aunque antes no podía, me animé a hablarte y no hacer el ridículo como tanto pensé que haría, te hablé tan tímidamente que recuerdo tu mirada penetrando mis pupilas y mi corazón. Recuerdo el color de tu ropa, y quiénes estaban presente. Intenté persuadirte mintiéndote y pediéndote tu correo cuando yo en verdad lo tenías, y recuerdo tu pregunta elocuente “¿vos no me tenes? Yo pensé que sí” es evidente que vos no sos ningún tonto y que soy mala mintiéndote, pero quiero gritar que me encantas y que invadís mi mente casi todo el día con tu cara de ángel. Digamos que sueño con que te des vuelta, mires atrás y sepas que yo voy a estar pero sé que nunca pasará por mi optimismo pero si decís que sí, por vos lucho hasta que estés junto a mí.¿me darás la oportunidad de mostrarte que una nena puede tener un corazón enorme para un chico? ¿me dirás que “sí” después de esto? ¿dirás que soy loca? O dirás…
“acepto”.
No quiero temblar cuando te veo, no quiero tener miedo al decirte “hola” pero tampoco quiero ser una cargosa. Tengo poco tiempo para ser tu amiga y conocerte, antes que te vayas de mí pero igual, lo intentaré. Llenas el vacío que prevaleció por mí mucho tiempo. Llenas a esta joven de felicidad. Sueño con vos. Todo lo que quiero al parecer, es tener mi oportunidad.
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