No, no fue tu culpa. Mi debilidad arruinó todo lo que me costó crear. Tantas veces intentando que confíes en mí para nada, para que un día pierda la cordura y te dañara, te lastimara tanto por mis errores. No es tu culpa, no lo es.
Te extrañaré demasiado, lamento todo.
Te juro, te amo como a nadie en el mundo. Me encantaría poder seguirte y ser la primera persona que te demuestre amor.
Lo siento corazón.
Siempre vas a estar en mí, chemichita.
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