sábado, 8 de octubre de 2011

No es motivo de celebrar su muerte, festejamos porque el mundo conoció a un hombre con un corazón enorme y nos dejo su enseñanza a miles de miles adolescentes. Celebramos que él sigue acá con nosotros dándonos fuerzas para luchar por las injusticias de las personas adultas y de poder, estamos usando su sonrisa como bandera y sus palabras como arma frente a las grandes naciones e inclusive en nuestras vidas.
Ernesto nació un 14 de junio. Yo nací un 13 de junio y parezca tonto pero me hace tan feliz saber que pertenecíamos al mismo signo zodiaco. Si digo como conocí a Ernesto, te mentiría pero sé que de chica veía sus fotos y decía que era hermoso, de nena empecé a estudiar la revolución cubana hasta llegar a él. Más de adolescente fui a visitarlo a la Higuera, no puedo no evitar contar mi viaje a Bolivia.
Estuve ahí, en el lavadero del hospital de Valle Grande donde ÉL estuvo. Toqué la silla en la cual lo tuvieron amordazado, lo sentí conmigo, LO SIENTO CONMIGO.
Lo amo como si fuera algo mío, como si fuera que alguna vez lo conocí y hablé con él. No sé, su corazón está en el mío, sus palabras en mi cabeza y lucharé siempre por él.

Ernesto te amo con la vida, siempre fuiste vos mi único ídolo. Y seguirás siendo el único.

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